Esta mañana me he despertado.
He pensado en ti.
Esta noche me acostaré.
Y pensaré en ti.
Mañana me levantaré.
Posiblemente pensaré en ti.
Mañana me acostaré.
Pero tal vez, no piense en ti.
Puede que algún día, no piense en ti... desde ese día, no serás nadie, porque nadie va a pensar en ti.
No lo volveré a hacer...no voy a pensar en ti, nadie va a pensar en ti como yo lo he hecho.
No lo volverás a hacer...no vas a ser nadie, porque yo lo soy todo.
No lo volveré a hacer... porque te das cuenta, que no vale la pena, que no vales la pena para todo esto.
lunes, 29 de marzo de 2010
domingo, 28 de marzo de 2010
Yo eso no lo hago
Que piense en tí más de lo necesario, que se me desmoronen ciertos esquemas de mi vida, que sólo vuele a tu lado, mejor dicho...que sólo quiera volar a tu lado...no significa que esté propiamente enamorado.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo sufro.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo floto.
Todos tenemos una parte de nuestra persona muy simple. No hay nada malo en ello. En la simplicidad se encuentra la felicidad...¿no soy tremendamente feliz cuando simplemente estoy contigo? el problema es que no todo es tan simple. Y sí que hay algo malo en ello. Empiezas a ser complicado, y todos los problemas vienen de esta parte complicada. Me complico al pensar que tú eres complicado, y actúo de manera complicada, sin saber muy bien por qué... y resulta complicado no dar con las respuestas a tus porqués.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me complico.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me simplifico.
Todo esto crea en tí un vacío, que tiene la característica de estar ausente cuando no me vienes a la cabeza, que suelen ser contadas veces al día, y de ser permanente el resto de las horas que me vienes a la cabeza. La mayoría de las horas. Es un vacío insoportable, que toca aguantarlo muy personalmente, tan personalmente que es soledad pura.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me vacío.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me siento solo.
Pero no se de qué hablo...yo eso no lo hago.
Yo no me encasillo...yo sufro, yo floto, yo me complico, yo me simplifico, yo me vació, yo me siento solo...yo me enamoro.
Yo me enamoro.
Mierda.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo sufro.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo floto.
Todos tenemos una parte de nuestra persona muy simple. No hay nada malo en ello. En la simplicidad se encuentra la felicidad...¿no soy tremendamente feliz cuando simplemente estoy contigo? el problema es que no todo es tan simple. Y sí que hay algo malo en ello. Empiezas a ser complicado, y todos los problemas vienen de esta parte complicada. Me complico al pensar que tú eres complicado, y actúo de manera complicada, sin saber muy bien por qué... y resulta complicado no dar con las respuestas a tus porqués.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me complico.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me simplifico.
Todo esto crea en tí un vacío, que tiene la característica de estar ausente cuando no me vienes a la cabeza, que suelen ser contadas veces al día, y de ser permanente el resto de las horas que me vienes a la cabeza. La mayoría de las horas. Es un vacío insoportable, que toca aguantarlo muy personalmente, tan personalmente que es soledad pura.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me vacío.
No nos encasillemos...yo no me enamoro, yo sólo me siento solo.
Pero no se de qué hablo...yo eso no lo hago.
Yo no me encasillo...yo sufro, yo floto, yo me complico, yo me simplifico, yo me vació, yo me siento solo...yo me enamoro.
Yo me enamoro.
Mierda.
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